Psalm 31 • 35
Isa. 7:10-25 ❖ 2 Thess. 2:13–3:5 ❖ Luke 22:14-30
How do you respond when you or someone you love is betrayed? Luke introduces the Last Supper with a deeply personal story of betrayal. Jesus’s conflicts with authority have been building, so his betrayal by these powerful forces is expected. But his betrayal by Judas is personal. This inner circle of close friends who have traveled together, taken risks, and seen each other’s lives transformed, finds itself fractured.
The disciples discover their Rabbi has been betrayed, but also their inner circle is suddenly unfamiliar. Their feelings of anxiety and suspicion quickly turn to self-preservation. First, they ask who the betrayer could be, but almost immediately begin asking “which one of them was to be regarded as the greatest.” How often in the face of uncertainty do we seek reassurance that we will not be affected? In our fear and anxiety, our gaze can be pulled ever inward, looking for a key to our own safety.
But amidst their anxiety, Jesus redirects his disciples’ focus urging them to become “like one who serves.” Using familiar dinner party imagery, he describes their role as waiters–attentive to each other’s needs. Jesus redirects his disciples to acts of service, to each other and others, knowing this will calm their anxiety and ultimately rebuild their community.
God of restoration, amid our anxiety, redirect our focus and make us instruments of your peace in our communities. Amen.
¿Cómo respondes cuando te traicionan a ti o a un ser querido? Lucas introduce la Última Cena con una historia de traición profundamente personal. Los conflictos de Jesús con la autoridad han ido en aumento, por lo que se espera su traición por parte de estas fuerzas poderosas. Pero la traición de Judas es personal. Este círculo íntimo de amigos que han viajado juntos, han asumido riesgos y han visto cómo se transformaban sus vidas, se ve fracturado.
Los discípulos descubren que su rabino ha sido traicionado, pero también que su círculo íntimo les resulta de repente desconocido. Sus sentimientos de ansiedad y desconfianza se convierten rápidamente en instinto de conservación. Primero se preguntan quién podría ser el traidor, pero casi inmediatamente empiezan a preguntarse «cuál de ellos debía ser considerado el mayor». ¿Cuántas veces, ante la incertidumbre, buscamos la seguridad de que no nos afectará? En nuestro miedo y ansiedad, nuestra mirada puede dirigirse siempre hacia dentro, buscando una clave para nuestra propia seguridad.
Pero en medio de su ansiedad, Jesús redirige la mirada de sus discípulos instándoles a ser «como el que sirve». Utilizando imágenes familiares de una cena, describe su papel como camareros, atentos a las necesidades de los demás. Jesús reorienta a sus discípulos hacia actos de servicio, entre ellos y a los demás, sabiendo que esto calmará su ansiedad y, en última instancia, reconstruirá su comunidad.
Dios de la restauración, en medio de nuestra ansiedad, reorienta nuestro enfoque y haznos instrumentos de tu paz en nuestras comunidades. Amén.