Psalm 30, 32 • 42, 43
Isa. 8:1-15 ❖ 2 Thess. 3:6-18 ❖ Luke 22:31-38
In the heart of winter, as the deep night seems endless, Advent reminds us of the approaching
dawn. Like the psalmist in Psalm 30, we may find ourselves in moments of despair, illness, or
profound challenge. Yet, this ancient song of thanksgiving offers a powerful message of hope
and restoration.
The psalmist recounts a journey from anguish to joy, attributing this transformation to God’s
healing power. In our lives, we too, experience seasons of struggle and liberation. Advent
invites us to reflect on these cycles, acknowledge our frailty, and trust in God, who lifts us from
the shadows.
As we await Christ’s coming, we’re reminded that suffering is temporary. Joy arrives with the
morning light, as the psalm assures. This promise resonates with Advent, as we anticipate a
new day breaking in a manger.
The psalmist’s experience wasn’t solitary; he calls the community to join in praise. Our Advent
journey is also communal. We share sorrows and joys, supporting one another as we await
Christ’s restoration.
In this season of preparation, let’s open our hearts to God’s restorative work. Let’s attune
ourselves to God’s healing in our lives, communities, and world. May we, like the psalmist,
move from lament to joyful song at daybreak.
God of restoration, as we journey through Advent, transform our moments of deep night into
the promise of a new morning, that we may sing with joy at the dawning of your coming. Amen.
En pleno invierno, cuando la profunda noche parece no tener fin, el Adviento nos recuerda que se acerca el amanecer. Como el salmista del Salmo 30, puede que nos encontremos en momentos de desesperación, enfermedad o profundo desafío. Sin embargo, este antiguo canto de acción de gracias ofrece un poderoso mensaje de esperanza y restauración.
El salmista relata un viaje de la angustia a la alegría, atribuyendo esta transformación al poder sanador de Dios. En nuestras vidas, también experimentamos épocas de lucha y liberación. El Adviento nos invita a reflexionar sobre estos ciclos, a reconocer nuestra fragilidad y a confiar en Dios, que nos saca de las sombras.
Mientras esperamos la venida de Cristo, se nos recuerda que el sufrimiento es temporal. La alegría llega con la luz de la mañana, como asegura el salmo. Esta promesa resuena con el Adviento, cuando anticipamos un nuevo día que nace en un pesebre.
La experiencia del salmista no fue solitaria; llama a la comunidad a unirse en la alabanza. Nuestro camino de Adviento también es comunitario. Compartimos penas y alegrías, apoyándonos unos a otros mientras esperamos la restauración de Cristo.
En este tiempo de preparación, abramos nuestros corazones a la obra restauradora de Dios. Sintonicémonos con la sanación de Dios en nuestras vidas, comunidades y mundo. Que, como el salmista, pasemos del lamento al canto gozoso al amanecer.
Dios de la restauración, mientras recorremos el Adviento, transforma nuestros momentos de profunda noche en la promesa de una nueva mañana, para que podamos cantar con alegría al amanecer de tu venida. Amén.
Escuche a Julia leer su meditación y oración de Adviento en inglés: