Psalm 45 • 47, 48
Isa. 9:1-7 ❖ 2 Pet. 1:12-21 ❖ Luke 22:54-69
I can’t read our passage today from Isaiah without hearing Handel’s Messiah ringing in my ears: Wonderful! Counselor! Handel sets verse 6 to music that thrills and lifts our spirits to a place of hope. The arrival of this child was precious news for the war-weary people Isaiah wrote for, so precious that his poetry has survived many millennia. Poetry and music sustain us when little else can, resonating within us chords of hope otherwise silent and still. Isaiah didn’t live long enough to see the restoration of Israel after its fall to the Assyrians, and neither did his descendants sent into exile in Babylon. And yet, his poetry of hope sustained the people’s expectation that God’s promised liberation would come. Early Christians interpreted this poem in light of Jesus’ birth and incarnation. Many thousands of years later the poem continues to sustain our hope as we await Christ’s second advent, the liberation of our own world from violence and fear. Isaiah’s words voice our hope that this wonderful counselor, mighty God, everlasting father, and Prince of Peace will return again to uphold justice and righteousness forevermore. The way things are is not the way they shall always be. Hallelujah! Until our Prince of Peace returns, we wait and we sing to sustain our hope.
Prince of peace, set your hope in our hearts to sustain us in times of challenge and discord. Wonderful counsellor, be near. Amen.
No puedo leer nuestro pasaje de hoy de Isaías sin escuchar el Mesías de Haendel resonando en mis oídos: ¡Maravilloso! ¡Conciliador! Haendel pone música al versículo 6, que emociona y eleva nuestro espíritu a un lugar de esperanza. La llegada de este niño fue una noticia preciosa para el pueblo cansado de la guerra cual escribía Isaías de manera tan preciosa que su poesía ha sobrevivido muchos milenios. La poesía y la música nos sostienen cuando pocas cosas pueden hacerlo, haciendo resonar en nuestro interior acordes de esperanza que, de otro modo, estarían silenciosos y quietos. Isaías no vivió lo suficiente para ver la restauración de Israel tras su caída ante los asirios, ni tampoco sus descendientes enviados al exilio en Babilonia. Sin embargo, su poesía de esperanza mantuvo la esperanza del pueblo de que llegaría la liberación prometida por Dios. Los primeros cristianos interpretaron este poema a la luz del nacimiento y la encarnación de Jesús. Muchos miles de años después, el poema sigue sosteniendo nuestra esperanza mientras esperamos el segundo advenimiento de Cristo, la liberación de nuestro propio mundo de la violencia y el miedo. Las palabras de Isaías expresan nuestra esperanza de que este consejero maravilloso, Dios poderoso, padre eterno y Príncipe de la Paz regrese de nuevo para defender la justicia y la rectitud para siempre. Las cosas no serán siempre como son. Aleluya. Hasta que vuelva nuestro Príncipe de la Paz, esperamos y cantamos para sostener nuestra esperanza.
Príncipe de la paz, pon tu esperanza en nuestros corazones para sostenernos en tiempos de desafío y discordia. Maravilloso consejero, acércate. Amén.
Listen to Madeline read her Advent meditation and prayer in English:
Escuche a Madeline leer su meditación y oración de Adviento en inglés: