Psalm 5, 6 • 10, 11
Isa. 1:21-31 ❖ 1 Thess. 2:1-12 ❖ Luke 20:9-18
The workday is busy. While I try to focus, my mind wanders. I’m anticipating bad news, an expected summoning to the hospital bedside of my 24-year-old niece, Brooke, whose organs are failing after being weakened from three rounds of chemotherapy. When admitted to the hospital, Brooke asked for treatment to continue ‘by all means possible’. The nurses called her ‘feisty’ and predicted she would heal and go on to live her life. That was not to be.
My phone rings and I jump. There are just a couple of words said to the effect of ‘come now’ and ‘on my way’. As I prepare myself that I will hold Brooke’s hand for the last time, my prayers morph from healing to transitioning from this world to the next.
Psalm 6 brings me back to this heartbreaking time when Brooke’s life was ending. While I do not know exactly why the author was full of fear and despair, he tells us that God hears him and will respond to his prayers. God did respond to my prayers for Brooke. I could feel God’s presence when Brooke’s body ceased to function, and she left us. I am grateful to have held onto Brooke as she made her journey. Today I thank God for Brooke’s life and the lives of other loved ones whose time to go to God came earlier than we expected. Thank you, Lord, for responding to my prayers.
Merciful God, we humbly ask for you to respond to prayers for those in fear and despair, through Jesus Christ our Lord. Amen.
La jornada laboral es ajetreada. Mientras intento concentrarme, mi mente se dispersa. Anticipo malas noticias, una esperada llamada urgente para estar junto a la cama del hospital de mi sobrina Brooke, de 24 años, cuyos órganos están fallando tras debilitarse con tres rondas de quimioterapia.
Cuando ingresó en el hospital, Brooke pidió que el tratamiento continuara «por todos los medios posibles». Las enfermeras la llamaron «guerrera» y predijeron que se curaría y seguiría viviendo su vida. Pero no fue así.
Suena mi teléfono y me sobresalto. Sólo hay un par de palabras que dicen «ven ahora» y «en camino». Mientras me preparo para coger la mano de Brooke por última vez, mis oraciones pasan de la curación a la transición de este mundo al siguiente.
El Salmo 6 me trae de vuelta a este momento desgarrador en el que la vida de Brooke estaba llegando a su fin. Aunque no sé exactamente por qué el autor estaba lleno de miedo y desesperación, nos dice que Dios la escucha y responderá a sus oraciones.
Dios respondió a mis oraciones por Brooke. Pude sentir la presencia de Dios cuando el cuerpo de Brooke dejó de funcionar y ella nos dejó. Estoy agradecida por haberme aferrado a Brooke mientras hacía su viaje. Hoy doy gracias a Dios por la vida de Brooke y por las vidas de otros seres queridos cuyo momento de ir a Dios llegó antes de lo que esperábamos. Gracias, Señor, por responder a mis oraciones.
Dios misericordioso, te pedimos humildemente que respondas a las oraciones por los que están atemorizados y desesperados, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Listen to April read her Advent meditation and prayer in English:
Escuche a April leer su meditación y oración de Adviento en inglés: