Psalm 20, 21:1-7(8-14) • 110:1-5(6-7), 116, 117
Isa. 4:2-6 ❖ 1 Thess. 4:13-18 ❖ Luke 21:5-19
A cherished Advent tradition of my childhood was the Advent calendar. Opening each little window, counting down each day joyfully built the anticipation of waiting for Christmas. I still enjoy them each year in a different way. In Luke’s gospel, we read of Jesus giving the disciples a very different way of counting down a time to come. His countdown is the reality of the coming of a brutal empire. One that will threaten their lives for the sake of Jesus.
Jesus’s description of what’s coming for the disciples in their time painfully mirrors the reality of our time as his disciples today. Our days are marked by war among nations, the suffering of so many people who live in fear of death, with hunger and disease, the destruction of natural disasters and even the division of families by partisan politics. We wonder when it will end. Jesus says, not yet.
Instead of just waiting, Jesus offers this as an opportunity for us as disciples to testify using his words and wisdom. Using his indisputable truth and the power of his love which rises above suffering, hate and violence with healing and peace. With Jesus we are not victims or powerless to this countdown. Each day we can open a window with hope trusting in the endurance of God’s grace, love and eternal life through Jesus Christ.
O God, thank you for your love on earth in Jesus. Help us each day to build our joyful anticipation of his coming. Amen.
Una tradición de Adviento muy querida en mi infancia era el calendario de Adviento. Abrir cada ventanita, hacer la cuenta atrás de cada día construía con alegría la anticipación de la espera de la Navidad. Todavía lo disfruto cada año de una manera diferente. En el evangelio de Lucas, leemos que Jesús ofrece a sus discípulos una forma muy distinta de hacer la cuenta regresiva del tiempo venidero. Su cuenta regresiva es la realidad de la llegada de un imperio brutal. Uno que amenazará sus vidas por causa de Jesús.
La descripción que hace Jesús de lo que les espera a los discípulos en su tiempo refleja dolorosamente la realidad de nuestro tiempo como discípulos suyos hoy. Nuestros días están marcados por la guerra entre las naciones, el sufrimiento de tantas personas que viven con miedo a la muerte, con hambre y enfermedades, la destrucción de los desastres naturales e incluso la división de las familias por la política partidista. Nos preguntamos cuándo acabará todo esto. Jesús dice: todavía no.
En lugar de limitarse a esperar, Jesús nos ofrece esto como una oportunidad para que nosotros, como discípulos, demos testimonio utilizando sus palabras y su sabiduría. Usando su verdad indiscutible y el poder de su amor que se eleva por encima del sufrimiento, el odio y la violencia con sanación y paz. Con Jesús no somos víctimas ni impotentes ante esta cuenta atrás. Cada día podemos abrir una ventana con esperanza confiando en la resistencia de la gracia, el amor y la vida eterna de Dios a través de Jesucristo.
Oh Dios, gracias por tu amor terrenal en la persona de Jesús. Ayúdanos cada día a construir nuestra alegre anticipación de su venida. Amén.
Escuche a Lecia leer su meditación y oración de Adviento en inglés: